miércoles, 8 de junio de 2011

Ruta: Split - Isla de Hvar

Split
Es la segunda ciudad más grande de Croacia con sus casi 200.000 habitantes. Split se encuentra a unos 400 kilómetros de Zagreb o a una hora en avión. 

Lo más interesante de la ciudad son, sin duda, los restos del Palacio de Diocleciano, que al contrario que otras ruinas y monumentos continúan habitados. Además Split cuenta con una playa con bandera azul.




Sin embargo, lo que menos me gustó fue que el paseo del puerto huele, digámoslo finamente, a alcantarilla, ya que nos dimos cuenta de que una tubería de desechos desemboca justo en una de las esquinas. Para mí sentarme en el puerto y comer un helado con ese olor no son cosas compatibles. 

Así era el Palacio de Diocleciano

Nos encontramos además homenajes a Gotovina por toda la ciudad, le tienen un cariño que incluso querían ponerle a una plaza su nombre



Continuamos nuestra ruta a la isla de Hvar. Para llegar lo más conveniente es hacerlo desde Split en ferry o catamarán. Consejo para viajeros: el puerto de ferrys de Split está al lado de las estaciones de tren y autobús y en esa calle existen consignas para dejar el equipaje. Si buscas baños públicos gratuitos, mejor entrar en las oficinas de Jadrolinja, ya que los demás son de pago. 


La isla de Hvar (pronunciése algo así como Juar o Fvar) pertenece a Dalmacia y dicen que es una de las más soleadas de Croacia. Es además la isla más larga del Adriático. La isla de Hvar tiene tres puertos: Hvar, Stari Grad y Jelsa. 

Hvar
En nuestro caso llegamos a la capital de la isla en catamarán, que es más rápido y barato que un ferry pero con la desventaja de que no admite coches. Desde Split tarda una hora y es mejor sacar el billete con antelación, ya que es fácil que se llene porque es un lugar bastante turístico. El catamarán tiene un precio de 22 kunas por persona (unos 3 euros).


En Hvar nos alojamos en los apartamentos Ivanović, que se encuentran en la parte alta de la ciudad y con vistas al mar. La dueña, Ivanka, nos bajó a buscar en coche a la estación de autobuses y nos dio un montón de recomendaciones sobre la ciudad y la isla. El precio fue de 112 kunas (15 euros) por persona y además, alquila scooters por 150 kunas al día (20 euros). 

Vistas desde el apartamento
Lo primero que hicimos fue ir a la playa de Mustačo (léase Mustacho). Es más fácil seguir el camino que bordea a la isla porque si vas entre las casas tienes que estar atento a este cartel porque es fácil pasar de largo. El camino es un poco de cabras pero merece la pena, ya que apenas había media docena de personas.



En lo alto de Hvar se encuentra una fortaleza con el nombre de Spanjola (Española), ya que se piensa que militares españoles ayudaron en su construcción. Hay allí incluso carteles que lo explican en nuestro idioma (con alguna falta, todo sea dicho porque no pueden escribir la Ñ, así que acentúan una N). 




Hvar atrae bastante turismo y los precios de los bares y restaurantes son más caros en comparación con Zagreb. Sin embargo, merece la pena callejear, ya que alrededor de la plaza y el puerto se pueden encontrar sitios a mejores precios, como el Bistro FOR. 

Terraza del Bistro FOR

Stari Grad
Dicen que es la ciudad más antigua de Croacia, y de hecho su nombre significa Ciudad Vieja. Tiene un encanto particular toda construida en piedra y se respira un ambiente más relajado que en Hvar, a pesar de que las separan tan sólo 20 kilómetros. El puerto de ferrys está a unos 2 kilómetros a las afueras de la ciudad.



Se puede entrar a ver el estanque y el jardín de la casa del escritor croata Petar Hektorović. Se encuentra en una plaza, al lado de su estatua. Se tardan cinco o diez minutos nada más y el precio era de 10 kunas (1,5 euros) por persona. 


Vrboska
Siguiendo la recomendación de Ivanka nos acercamos hasta Vrboska, a menos de 8 kilómetros de Stari Grad. Aquí la tranquilidad era mayor. En este pueblecito entra una lengua de mar, creando un gran puerto con una isla y un puente. Comimos en la Konoba Lem


Lo más llamativo es que tiene un "iglastillo" en lo alto, mezcla de iglesia con castillo.

Castillo por detrás 
Iglesia por delante

A las afueras de Vrboska, pasado el camping nudista, hay una pequeña y tranquila playa de piedra (sin nudistas). 


Jelsa
Por último, nos acercamos a Jelsa, pero después de haber visto los otros lugares no nos impresionó nada. Así que, si hubiera que elegir, se puede prescindir de la visita a este lugar. Está a 5 kilómetros de Vrboska. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu comentario!

Vivir en Zagreb
Vivir en Taipei
Vivir en Hyderabad

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...